Ahora si que no tengo ganas...

Hoy fue mi primer día en el trabajo, después de estar en casa cuidando mi espalda, y quiero confesar que no he hecho dieta, que no he salido a caminar, y que no tengo la más miníma intención de hacerlo, yo no sé si es el calor, depresión, las hormonas, la flaqueza solamente del bolsillo, la pesadumbre de algunas "amistades" o la situación familiar, pero definitivamente que no tengo ganas, ahora sí que no tengo ganas ni de pararme a la cocina a ver que voy a prepararme para comer.

Yo no sé si es porque ya necesito mi rutina de la chinga, de mal comer, de tener que preparar mis toppers como robot, entrarle de lleno a las clases, distraerme y encontrar motivación de nuevo.

Ya no quiero pensar en metas, ni objetivos, ni en nada, de verdad que me siento completamente desmotivada y sin ganas, hoy si quiero que me digan, caiste, te comiste esto te comiste aquello, que me digan que te pasa! ibas tan bien, y lo voy aceptar, todas las críticas no importa, porque sigo pensando que esto es un proceso y que todavía y a pesar de todo no me cae el veinte de nada.

Que pasará pues que el viernes que vea a Liliana le diré que ya no quice hacer nada, y cuando vea la báscula no habrá sorpresas por que todos, los que fallamos sabemos perfectamente las consecuencias. Me ha ganado las ganas por lo rápido, lo sencillo, lo fácil, lo sin sacrificio, osea comer lo que caiga, para evitar la fatiga.

No me da pena ni miedo decirlo, pero duele y duele mucho, yo no sé por ejemplo como mi amiwi Areli, entré en esa estapa de aconchamiento hacia uno y de pesimismo, pero tengo que salir de algun modo.

Hoy como nuevamente gorda mental, pienso, nombre de aqui a que vea a Liliana inicio la dieta, le echaré ganas, empezaré el lunes perfecto, y sí lo acepto y lo confieso, todavía pasa por mi todas esas cosas, por ejemplo, quiero seguir saliendo con mi esposo y no tener que decir, eso nooo porque no es de la dieta, quiero rentar una movie, hacer una carne y echarme unas chelas bien heladas, comer cacahuates y no tener que pensar en nada más.

Lamentablemente siento la conciencia terrible, porque no quiero subir, quiero seguir bajando, quiero ya mandar esto a la chingada y yaaaaaaaaaaaa seguir con mi vida, sin estar pensando en la comida, a veces pienso, porque chingados de todo me tuvo que tocar nacer con esta ansiedad por la comida, y me digo, CALMATE CELESTINA MELANCO-TRAGICA-PARANOICA, y vuelvo a decir lo admito y lo acepto.

Este enorme sentimiento de hartamiento no me lo quito ni con piedra pomex, pero estoy segura que el lunes que vea a mis estudiantes, a los viejos y a los nuevos, querré ponerme mis mejores garras, plancharme el pelo, y voy a desear dejar mi mejor impresión, y para eso necesito amarrarme los dientes, y dejar de pensar en mi eterno enamorado.

Después de haberme desahogado con este texto, vuelvo a decir no tengo ganas, y que y qué soy Juan camaney! jajajajaja pues es que quisiera que no existiera este blog, que no tuviera que ver a Liliana y que mucho menos tuviera que pensar en esta panza que me cargo y que roza mis brazos.

Pero para que eso pase, tengo que ponerme no pilas, sino todo el TNT mental que exista en esta tierra calurosa, pensar en las cosas buenas, olvidarme de las malas amistades, de las injusticias y que Dios existe y esta con mi familia, con mi sobrino y sobre todo conmigo, así que no espero nada mágico, ni critícas de esas que te arden ni palmadas en el hombro, ni palabras de anímo, sino más bien, espero que Celeste de nuevo regrese porque esta que escribe no sé quien es... pero regresaré!