No se como explicarles el cúmulo de emociones que están en mi pecho, es una sensación como de enamoramiento, tal vez, ese sería un ejemplo, de nervios y mariposas en la panza cuando se piensa en el ser amado, así me siento cada vez que veo el calendario, cada vez que veo los kilos y las medidas perdidas, cada vez que preparo mis cosas para salir a correr, cada vez que veo la fecha más cerca, cuando me preguntan del maratón, me emociono, no me la creo, me dan ganas de llorar, parezco adolescente.
Esta semana tuve la penúltima junta antes del maratón con el grupo Bájate Gordo, mis compañeros de calle, quienes padecen lo mismo, todos estabamos nerviosos, emocionados al escuchar al coach, nos tocabamos la cara, nos apretábamos los dedos! nos dimos palmadas de aliento, con tantas dudas, todos mirando con grandes ojos, con tantos nervios, explicándonos el Coach sobre los tiempos, la técnica, y dándonos consejos... Fue un encuentro muy emocionante. Este domingo es nuestro último ensayo antes del maratón, 34-36 kilómetros es la meta, lo que el cuerpo aguante, lo que hayamos entrenado todo el año, unos meses se resumen a este domingo, preparar esta semana como si ya fuera el maratón, dormir mucho, comer más, tomar mucha agua, preparar la ropa, la misma con la que se correrá el 10 de diciembre... ya cuento los días para este domingo.
Mientras tanto, ayer mi hija me hizo llorar, pidiéndome una chingada trompeta camino a la escuela, y pensé que voy hacer con una trompeta en mi casa sonando todas las tardes, ni de pedo le dije que NO, pero la quería para echarme porras, para acompañarme en mi travesía, y lloré! luego en la tarde vimos fotos de hace unos años, de hace unos meses, y me dice, mamá tengo otra mamá muy diferente, y volví a llorar, platicamos de lo que siento cuando corro, y de que me siento libre, que pienso en ella, que pienso en todo y que hablo con Dios, y me dice mamá pues en el maratón vas a poder hablar con él un chorro!
Y la verdad le doy gracias a él porque no hay quien me pare, ni la lluvia ni el frío, ni la hueva, ni la GORDA, doy gracias a dios porque estuve a punto de caer, de perderme, de seguir comiendo mal, de seguir viviendo a medias, de pensar que sentirse así era NORMAL, que perder 2 embarazos, tener un conato de infarto, ser hipertensa, ser prediabética, tener gastritis, y tantos y tantos achaques era vivir NORMAL, le doy gracias a dios por darme lo que necesitaba en el momento exacto, y que hablar con David el día de la graduación de kinder de mi hija, no fue casualidad, fue Dios que me lo estaba diciendo en la cara, que por medio de él me invito al grupo y que pude leer la señal, ahora me veo y no me reconozco, en ningún sentido, me siento tan Feliz, es un reto que debería hacer muchos, el encontrarse al límite y conocerse en el trayecto.
Hoy 4 meses atrás, no soy la misma persona, y cuando logre cruzar esa meta con la que me levanto y con la que me acuesto todos los días, sé que no volveré a ser la misma, sería un error dejarlo, sería una tonta si regreso a mi sillón, a contemplar como me pasa la vida, en vez de vivirla. Así que la cuenta regresiva esta tic tac tic tac... 31 días para convertirme en maratonista, ni en 20 años lo hubiera imaginado, jamás lo hubiera creído si me lo hubieran dicho, y ahora estoy por cambiar toda mi perspectiva de vida, así que ahí voy a donde mis pies me lleven y hasta donde mi mente aguante!
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