En estos días he aprendido mucho, primero, que ir al gim es menos pesado de lo que pensaba, porque salgo de mi casa tranquila, sin tener que haber hecho todo lo que hace una mamá, desayuno, lonche, preparar cosas y encima bañarse, arreglarse, plancharse el pelo, etc. etc. Salgo de casa a las 5:55am en licras, playerota, tenis, y una maleta grande me acompaña con una vida adentro, secadora, plancha, maquillaje, ropa, shampoo, toallas, etc etc. Mi rutina ahora es salir, dejar a mi hija y llegar al GYM como señora ricachona, sin prisas me pongo audífonos, me desconecto del mundo, dejo mis cosas en un locker y me pongo a hacer ejercicio.
A veces con menos ganas que otras veces, a veces con demasiado entusiasmo y a veces voy de chiripa. Todavía no sé qué me depare el futuro, pero por ahora tengo un nuevo coach, un entrenador del GYM que me ha explicado que a "mi edad" ya necesito hacer músculo más que cardio, es decir que correr ya no es una prioridad aunque muera de ganas de salir corriendo.
Estos días han sido complejos, empezando por entender y aceptar que he hecho tantas veces que he perdido la fe en mi misma, que no entiendo que me pasa que no puedo controlar estos cambios tan terribles que hay en mi peso, y que no entiendo cómo después de tantas veces, tengo de nuevo ganas de iniciar esta lucha infinita.
A veces veo mis fotos, y hay tantas versiones de mi, flaca, gorda, muy gorda, medio flaca, medio normal, medio gorda, y le puedo seguir, no sé cuantas veces he estado en esto, ya perdí la cuenta, y sé que estoy cansada pero sino lo hago otra vez voy a pagar las consecuencias en más años y no quiero porque ya estuve del otro lado y me sentía bien.
Me da mucha tristeza pelear con mis demonios de tantas maneras... y vaya que he ido a terapia, que he buscado ayuda, que he hecho muchas cosas para saber que hay de malo en mi que simplemente no puedo tener estabilidad emocional, la pandemia me dejo bien traumatizada y creo que apenas empiezo a entender lo mucho que me afectó. Si ustedes me preguntan cual es la razón real de porque me deje caer hasta este peso, la verdad no la tengo, es un cúmulo de muchas cosas, traumas, fantasmas, demonios, depresiones, complejos, síndromes, valemadrismo, egos y tantas pero tantas cosas más. Hacer y hacer cosas sé que es lo que más me define, no puedo estar sin hacer algo, porqué no sé... pero creo que evadí mi hacer en no hacer algo verdadero por mi.
Quiero todo y lo quiero todo para mi, vaya que cosa más equivocada. Por ahora sólo quiero tener más tranquilidad en mi trabajo, más libertad de seguir creando y tener este tiempo para mi que no estoy dispuesta a dejar por nada ni nada, eso sí, Don Chuy es el que manda, y si ahora me da chance lo seguiré haciendo.
Hoy con 46 años, con un centímetro menos de estatura, con artrosis en extremidades superiores y con la menopausia acuestas, estoy intentando salir de este lugar tan oscuro que construí para dar un salto al vacío nuevamente para ver que me depara el ejercicio y la buena alimentación, que bueno, tengo que confesar otra cosa, no estoy siguiendo ninguna dieta, eso sí, acepto que jamás me va a funcionar, lo detesto, odio que alguien me diga que tengo que comer, a estas alturas después de hacer cientos y cientos de dietas desde la pubertad, creo que sé perfectamente que tengo que hacer.
Ahora el internet me deja entender y aprender mucho, ahora sé que la insulina es bien mala con la gente, también aprendí que el vinagre de manzana y el bicarbonato pueden hacer maravillas por la gente, y lo más importante, se puede comer delicioso sin pecar demasiado, y sí cuesta mucho, tiempo, dinero y esfuerzo, pero son elecciones que tengo que aprender hacer, decir no a esto pero sí a aquello, y estoy segura y confiada que el año que viene estaré cosechando estos "sacrificios" que ahora estoy haciendo.
Por lo pronto hoy me puse un pantalón talla 38 que no me había puesto en un año, sí... en un año completo, simplemente se me salía todo, cerraba sí, pero a que costo!... creo que la paciencia es la clave en este momento, pasar los cuarenta y tantos te da una sabiduría deliciosa, te das cuenta de lo que verdaderamente vale la pena, que la vida esta llena de pendejos y pendejadas y que todo lo bueno lleva su tiempo, ya no me desespero como antes o más ya ando cansada y ahora decido que sí vale la pena.
Pero aquí tengo que hacer una pausa importante.,,,
Mi esposo me apoya como siempre, ha sido demasiado paciente para aguantar mis cambios en todo sentido, por ahora sé que su fe en mi es limitada, que espera lo mejor para mi y que desea con todas sus fuerzas que encuentre mi lugar, mi salud y mi bienestar.
Hoy me gusto un poco más, me siento un poco más segura, un poco más querida por mi, mis piernas me duelen cada vez menos, puedo subir y bajar escaleras sin agitarme como cerdito, y lo más importante, sé que mis próximos análisis saldrán mucho mejor de como empecé hace unos meses y como en toda adicción, mi adicción a la comida va.. un día a la vez