La semana pasada me enferme de la panza, pero gacho, me sentí morir, se me salía todo por todos lados, y lo que más me preocupaba era la leche de mi bebita, no saben que pesadilla, me pusieron un alto bien drástico, me moría de dolor y tenía miedo de ponerme peor y que mi bebita no pudiera comer de mi.
Fui a consultar y traía una infección marca acme, y me deshidrate, no podía beber nada porque lo vomitaba, el caso es que dando pecho es muuuy difícil tomar medicamento, pero bueno mejoré con lo que me recetaron y mi pobre bebé estuvo tomando "lache" porque salía bien aguada!!! jajaja
Me partía el alma verla a disgusto y con hambre y yo en el baño la mayor parte del tiempo, en fin, cuando esto pasa lo primero que me vino a la mente, es NO LO VUELVO HACER, tragar como marrano claro, y cuando empecé a recuperarme me dí cuenta que había perdido 3 kilos, de todo lo que aventé y lo que mi hija alcanzó a comer de mi, pobrecita!
Total lo segundo que pensé, ya me enfermé pues aprovecharlo, jajajaja, por tragona, ahora vamos a cuidarnos, jajajaja necesitaba un frenon, esto no es para nada positivo, ni los estoy invitando a que se enfermen para bajar de peso, PARA NADA! pero este es un recurso que tenemos los chovis de vez en cuando y que pasa por nuestra cabeza como algo positivo algunas veces, porque lo primero que piensa uno después de aliviarse es en la hamburguesa que se va a comer, y la tentación de hacerlo de inmediato, pero el miedito de la "aguacaca" esta latente y uno se detiene, me pregunto porque tiene que esperar uno a esto para empezar una dieta...mmmm
Mientras le sigo pensando, me seguiré cuidando :)